Me he perdido. Lo reconozco. Ya sé que los partidos políticos por dentro son un cachondeo, incluido el PP, que no va a ser menos. Pero no me lo esperaba tan descarado. A ver, es normal que un socialista diga una cosa en Gerona y otra completamente distinta en Ávila. Va en su ser. De los nacionalistas no hablamos, son los únicos coherentes. Por eso en días como hoy dan ganas de no volver a votar en la vida y de dedicarse al cultivo de tomates en algún lugar remoto, aislado del mundo.
Zapatero pacta con CiU el Estatuto dando una patada a Maragall y a ERC. Los de ERC pasan tres kilos y no rompen el tripartito, el coche oficial es lo que tiene. Maragall calla. Mas pide elecciones. Ibarra dice que el nazionalismo ha perdido. Bono está liado con las fragatas de Irak y llama a los del PP diputados franquistas de extrema derecha. Chaves dice que el estatuto este es buenísimo para Andalucía. Todo lo previsto, es puro teatro. Todos estos tienen licencia para cambiar de discurso y hacer lo que les venga en gana.
¿Pero y lo del PP? ¿Contra el Estatuto en un sitio y a favor en otro? ¿Recogiendo firmas para un referéndum y defendiéndolo en Cataluña? ¿Criticándolo y diciendo en Galicia a la misma vé que ellos quieren uno igual? ¿Pidiendo la defensa del español en Cataluña e imponiendo el valenciano y mallorquín en la Comunidad Valenciana y en Baleares? ¿Qué c****** hace el PP en Valencia? ¿Y qué ha hecho en Galicia? Lo de Piqué ha sido también una gran actuación. Dimito, pero sí, pero no, pero Mariano me convence para que me quede... ¡qué tíos! Pues nada, todos a pique y se acabó lo que se daba.
miércoles, 25 de enero de 2006
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