¡Que venga Polanco y lo vea!

¡Dios mío! ¡No me lo puedo creer!

Leído en el editorial de El País:

"Aún cuesta a muchos compatriotas comprender los retos que afrontan las democracias en este tormentoso comienzo de siglo y por qué obligan a misiones que puedan llevar a nuestros soldados a "morir defendiendo la libertad y la paz tan lejos de nuestras fronteras", en expresión del presidente del Gobierno. Pero es un hecho incontrovertido, ya que gran parte de las amenazas a la seguridad de nuestros ciudadanos se gestan en lugares remotos del globo en los que el nuevo terrorismo internacional ha establecido sus santuarios y bases, y donde tiraniza a las poblaciones locales. Ayudar a que se establezcan en esos Estados regímenes democráticos respetuosos con el derecho internacional es parte del esfuerzo necesario para una paz estable"

Vamos, que ni me lo creo. ¿Qué fue de eso de la Alianza de Civilizaciones, del talante y demás trolas? Aunque bueno, si uno lee el editorial entero se da cuenta de la pequeña demagogia respecto al tema de Irak. A fin de cuentas no deja de ser El País, aunque parece que se les ha colado un becario. Ante eso y, aunque yo no veo diferencia entre lo que pasa en Irak y lo que dice el editorial que se debe hacer en Afganistán, se puede acudir a las resoluciones de la organización donde toda dictadura y todo criminal y ladrón tiene su casa y a la que tanto adoran los del sector prisaico, y leer, entre otras, las resoluciones de julio y agosto de 2004, aprobadas por el Consejo de Seguridad con el apoyo de España. Y no se hable más del tema.


Respecto al accidente o ataque del helicóptero en Afganistán, simplemente decir que el gobierno legítimo de mi país y las Fuerzas Armadas tienen todo mi apoyo, y que espero que se aclare el hecho. Si ha sido un ataque espero que se trabaje por capturar a los criminales y que sean llevados ante un tribunal de justicia; si ha sido un accidente, lamentar tan desafortunado hecho. En ambos casos, espero que nuestros soldados sigan allí intentando ayudar al pueblo afgano, en la medida de lo posible, a luchar contra los terroristas y a intentar construir, poco a poco, algo parecido a una democracia donde sus ciudadanos puedan vivir lo más tranquilamente posible.