Si las manifestaciones van dirigidas contra un gobierno del PP son legítimas, legales, tienen razón, son espontáneas, pacíficas y el gobierno es fascista si trata de aplicar la ley y detener a los que destrocen el moviliario público. Y encima representan al pueblo. Además, cada manifestante de estas protestas puede llamar asesino a cualquier militante del PP e incluso se permite la agresión física. El Fiscal General del Estado pasará del tema y estará de vacaciones. Todas las televisiones conectarán con dicha manifestación, independientemente que apenas tenga asistencia y engrandecerán tal hecho, destacando el carácter pacífico de los manifestantes y la brutal represión policial contra ellos.
Si las manifestaciones van dirigidas contra un gobierno de progreso, son ilegales, alentadas por el PP y por la extrema derecha (valga la redundancia), ilegítimas y tratan de imponer por la presión su opinión por encima del veredicto de las urnas. Dichas manifestaciones serán prohibidas y alejadas de los centro de poder. Para ello se alegará que pueden ser peligrosas. El Fiscal General del PSOE, digooooo, del Gobierno, amenazará con seguir muy de cerca cualquier lema ofensivo, en especial, las actitudes vociferantes. Se permitirá la detención ilegal de manifestantes a voluntad y se podrá llegar a multar a dichos manifestantes fascistas cuando abucheen ilegítimamente a un dirigente del pueblo, aunque algún manifestante sea mudo. Ningún medio de comunicación conectará ni dará publicidad salvo que se produzca el más mínimo desacuerdo con algún medio del PFFR o satélites, siendo entonces este el principal hecho a recalcar o bien la violencia de los manifestantes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario