Supongo que tocará escribir algo aquí, más que nada para seguir teniendo el contacto con aquellos que gasten un poco de su tiempo leyéndome.
He estado fuera todo este tiempo y mañana me vuelvo a ir por compromisos familiares. Ciertamente no tengo ganas de nada, también en el plano de la actualidad. Todo sigue igual y hay cosas que no cambian. Y está llegando el punto en el que ya casi todo me da igual. Y no viene de ahora precisamente, es algo que empezó hace tiempo. Miro a mi alrededor y no hago más que cansarme. Ve uno lo que ha pasado en Galicia y el retorno de las criaturitas del Nunca Mais, que salen a protestar contra el PP, ve uno el chantaje terrorista, ve uno tantas cosas... nuestra sociedad, nuestro país, nuestra gente. Me estoy quedando sin opinión, no creo que merezca la pena. Y siempre pasa esto cuando vuelvo a España desde el extranjero. Hoy, aprovechando que estoy en casa de mis padres, he estado viendo la tele una media hora después de comer. No he aguantado. ¿Tan bajo es el nivel de los españoles? ¿Tan alto es el nivel de analfabetos? Más aún, ¿tan alto es el nivel de analfabetos que pasan por personas cultas y leídas?
Es un todo continuo y sin final aparente. Supongo que en Septiembre volveremos con más ganas, a ver si desde fuera de lo que antes era España me viene más inspiración.
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1 comentario:
El esfuerzo de la lucha contra molinos es grande. La tentación de la flaqueza (y la pereza) constante.
Se puede gritar una y mil veces que algunos tópicos no son más que errores con buena publicidad y mejor prensa y dará igual. Los que están convencidos no quieren que nadie cuestione su pureza intelectual, su adhesión inquebrantable a los ¿principios? de su corrección, de su ortodoxia.
Pero los que dudan y curiosean, quién sabe, pueden escuchar y preguntar con sagacidad (y sus preguntas evitan que cometamos los errores de los de la ortodoxia).
Dios, cómo me pongo cuando me pongo trascendente...
Nos vemos
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