Una de las mayores chapuzas de Sevilla, que ya es decir, son los separadores del carril bus, hechos de hormigón. Esto es bastante peligroso en una ciudad con calles estrechas, pero como el gobierno local se empeña en fastidiar lo máximo posible a los que tengan coche distinto del oficial, los separadores seguirán por los siglos de los siglos. Así, poco a poco, pueden ir destruyendo los vehículos privados, y es que la imagen de arriba se está convirtiendo en algo bastante común en Sevilla.
Muchas veces ni te esperas que te aparezca en medio de tu carril uno de estos separadores, y, cuando hay un choque, el caos de tráfico y atascos se hace aún mayor, si es que no hay cotas insuperables. Además, al ser tan chapuceros, los bloques inicialmente paralelos a los carriles se suelen torcer, invadiendo parte del carril más cercano a ellos, por lo que el accidente es casi seguro. Y recen para no tener que pasar entre dos autobuses o vehículos anchos, porque con la política de los carriles bus y bici y leches, a nuestros privilegiados gobernantes locales no se les ha ocurrido otra cosa mejor que hacer más estrechos los carriles para coches.
¿Cuántas veces más habrá que ver fotos como las de arriba para que el ayuntamiento se decida a quitar esta gran chapuza de las calles sevillanas?
1 comentario:
Qué benévolo has sido en tu cometnario, querido amigo. En esta bendita Ciudad, lo mejor que te puede pasar en la actualidad y en un futuro a medio plazo, es coger los bártulos y ESCAPAR de aquí antes de que los del "pacto de progreso" (¿?) acaben con ella y de paso con la salud y los nervios de muchos de sus habitantes.
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