Leía ayer que el Banco de Valencia, cuyo máximo accionista es Bancaja, una de las cajas de ahorro levantinas, es una de las entidades que más se puede ver perjudicada por el tema de las crisis hipotecarias norteamericanas y también por la situación del mercado inmobiliario en nuestro país.
Sin embargo ese no es el motivo de mi comentario en el día de hoy. Descubrí cómo su presidente es José Luis Olivas, que por lo visto también es presidente de Bancaja. Este señor fue hace unos años Presidente de la Generalidad Valenciana, en el periodo entre la ida de Zaplana a Madrid y la primera victoria electoral de Camps.
Quizás el señor Olivas tenga todos los méritos posibles para desempeñar ese cargo, no lo niego, pero se demuestra que en todas partas cuecen habas. O dicho de otra manera, uno de los principales cometidos de los gobiernos regionales es el de proporcionar puestos de trabajo a la supuesta oligarquía política local, lo que suele ser independiente del partido gobernante. Que eso pase en Chaveslandia, es hasta en cierto punto razonable, ya que la cantidad de politiquillos sin otro trabajo conocido que la lealtad incondicional al partido que encuentran trabajo en la administración regional o instituciones aledañas (i.e cajas de ahorro, empresas públicas, subdelegación local de limpieza y conservación del mobiliario urbano etc.) es importante, porque de otra manera pasarían a engrosar las listas del paro. ¿Dónde iban a trabajar si no? Pero ver que esto se repite en el resto de comunidades, tiene narices.
Ese es, como decía antes, uno de los principales objetivos de los gobiernos regionales. ¡Y la de gente que vive de ellos!
jueves, 23 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario