Llevaba yo bastante tiempo pensando en escribir este artículo, y es que hay una gran pregunta y confusión que me ronda por la cabeza. Verán, como seguramente sabrán durante los pasados tres años tanto desde el Gobierno de España como desde la mayoría de los medios de comunicación se nos ha intentado vender la idea de que los etarras eran buenos. Todo fuera por el bien del proceso. ¿Y ahora? ¿Qué se supone que debemos pensar ahora? ¿Son buenos o malos? La verdad es que yo estoy hecho un lío.
Es probable que conozcan la respuesta, y es que esta es bien sencilla. No debemos pensar nada, serán buenos o malos dependiendo de lo que interese en cada momento y, además, no tendrán nigún reparo en insistir que ellos siempre han defendido esa postura. No alberguen la menor duda de que el señor Presidente aparecerá descrito como un gran luchador contra el terrorismo que siempre mantuvo firme su postura beligerante contra él, si es eso lo que conviene en ese momento. Otra cuestión es que se pueda afirmar que estos tienen un rostro de dureza diamantina. Pero esto no sería nada nuevo...
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