jueves, 6 de abril de 2006

Estos franceses...

Me cuenta una amiga, del barrio de Salamanca pero de Erasmus en París, que el personal universitario está empezando a plantearse dejarse de manifestaciones y huelgas, pero no porque hayan arreglado el problema que tienen (que ahí sigue), sino porque ya llevan mes y pico sin clase y perder todo un curso no les hace mucha gracia. Vamos, igualito que aquí.

El caso es que me ha estado explicando de dónde viene todo este follón, y hay un montón de cosas que no me terminan de cuadrar. Por lo visto, hay dos tipos de contratos para jóvenes: unos de "duración indeterminada", de seis meses máximo, y otros "indefinidos" en los que, como aquí, para despedir al currito se le paga finiquito y se aduce una explicación medio coherente. Pero resulta que de aquí a año y medio hay elecciones, y queda muy bonito decir que ha bajado el paro juvenil; lo único que se les ha ocurrido es transformar el contrato indefinido para que a los dos meses el patrón pueda largar al trabajador sin indemnización ni justificación algunas (luego se metió por medio Chirac para decir que no, que dos años es mucho, que mejor uno, pero que al menos había que tener el detalle de dar una explicación al despido).

O sea, que si no he entendido mal, para bajar el paro lo que han hecho es liberar el despido, y así el explotador de turno, con lo que se ahorre, podrá permitirse malpagar a, por ejemplo, seis personas en vez de cinco. Pero si al año de entrar en la empresa pueden largar al trabajador por las bravas, regresando el individuo a las hordas de parados, ¿no acabaremos estando en las mismas, y encima con peores condiciones laborales? El tal De Villepin creo que habla perfecto castellano, así que supongo que me entenderá si le digo que tiene ideas de bombero...

3 comentarios:

Marta Salazar dijo...

Los hechos de la causa son los siguientes:

1) desempleo muy alto, oficialmente cerca del 10%;

2) desempleo juvenil aún más alto.

3) empleadores que no quieren / no pueden contratar trabajadores porque no los pueden despedir.

Entre otras cosas, hay que considerar que hay temporadas donde se necesita trabajadores y otras en que no se los requiere; pero si los contratas, te quedas con ellos para siempre, aunque no los necesites.

El derecho laboral muy rígido, como el francés, conduce en definitiva a un aumento del desempleo.

La medida tiende a flexibilizar el mercado y a permitir la contratación de gente joven con más facilidad que ahora.

Personalmente, extendería la medida a todos los trabajadores y no sólo a los jóvenes.

El problema de fondo es que la economía francesa anda muy mal y es incapaz de generar empleos para toda la fuerza de trabajo que tiene disponible.

Creo que Villepin ha actuado bien, dentro de lo que puede hacer.

Un gran saludo, a lo mejor le pongo un enlace a tu artículo e iniciamos una discusión al respecto, qué te parece?

Un saludo bien grande desde un país con un 12% de desempleo!

Señor Pato dijo...

@marta salazar

El problema que le veo a todo esto es que, tal como me lo han contado, lo que han hecho es cargarse los contratos fijos y crearlos todos temporales, y con condiciones desfavorables. Sin ser experto en economía, me da la sensación de que esta medida no consigue solucionar el problema del desempleo, sino que sólo lo retrasa: el que pille ahora uno de esos contratos (con un sueldo que apuesto a que no será gran cosa), de aquí a un año estará igual de parado, con lo que estaremos en las mismas, y encima sin haberse llevado un céntimo de finiquito. No hay posibilidad de generar un puesto permanente, que es la forma real de reducir el paro.

Porque claro, siempre se puede hacer como en España, que se dice que el número de desempleados baja, pero se cuentan los puestos que se crean en las ETTs, que en algunos casos duran menos de una semana. Ya que estamos puestos, hagamos las cosas bien.

Otra historia sería fomentar los contratos temporales, con su correspondiente finiquito al acabar, y con posibilidad de prórroga o transformación en fijo si la situación y la necesidad de la empresa lo permitieran. Cierto es que no sería tan cómodo para la empresa (aunque de todas formas les facilitaría bastante la vida), pero sin duda sería mucho mejor para el hombre de la calle, el trabajador normal.

También es verdad que yo todo esto lo digo de oídas, no es más que lo que me ha contado una amiga que lo ve sobre el terreno, así que no son descartables errores de apreciación y matices que me haya perdido.

Disculpas por el retraso en contestar y saludos desde el Emirato.

Marta Salazar dijo...

Hola hola!

Mira, respecto a tu frase: "No hay posibilidad de generar un puesto permanente, que es la forma real de reducir el paro".

Lo que yo pienso es que la reducción del desempleo no pasa por la generación de contratos de trabajo de tiempo indefinido.

Sino porque haya suficientes empleos. Me explico: no se trata de que un trabajador firme un contrato de tiempo indifinido, sino que, al final de su contrato, encuentre otro o el mismo puesto (ojalá sea otro y sea mejor).

Esta es una realidad a la que los estados con una legislación laboral rígida y con carreras dentro de una misma empresa, tendrán que adaptarse o tendremos problemas tan grandes como los de Francia y Alemania actualmente.

La flexibilidad laboral no sólo ni necesariamente va a beneficiar al empleador, sino sobre todo, al trabajador.

Si una economía genera suficientes empleos, serán las mismas empresas las que se peleen a los trabajadores. Los "cazarán" ofreciéndoles regalías adicionales.

La otra vertiente a estudiar es la de las empresas que "alquilan" o "arriendan" trabajadores. Algo que rendirá mucho en las próximas décadas y en, en parte, una respuesta a la inflexibilidad de algunas legislaciones.

Un gran saludo y te pondré un enlace.

Ah! Y te recomiendo el art. de Esther que referí en mi blog, ayer.

Aunque el tema ha sido parcialmente sobrepasado por los hechos y los anuncios de Villepin de ayer.