Elecciones vascas

Hasta el domingo no volveré por aquí, cuando estemos en pleno escrutinio. Tengo que reconocer que María San Gil me impresiona, es una de mis debilidades, por su valentía, por sus convicciones. Yo quiero tener una mujer así para mí. Y parece que no soy el único. Eso de levantarse todos los días desafiando a los que pueden matarte y, lo peor, a quienes lo justifican o miran para otro lado, a base de lágrimas de cocodrilo, debe terminar marcándote. Me alegré mucho cuando la eligieron candidata. Allí en la Comunidad Vasca las cosas están mal. Por una parte los nazionalistas, ya a la deriva, pero es que nunca lo han dejado de estar. Por el otro, los socialistas. Ya no se sabe si son de España o de la Comunidad Vasca, con un modelo tipo PSC o no. Creo que se podrían dejar de gaitas y decir claramente lo que todos sabemos: que les mola el PNV y no les mola nada el PP. Siento mucha lástima por socialistas como Nicolás Redondo, Rosa Díez, Maite Pagazartundua, Gochone Mora, Carlos Totorica y seguro que muchos más, muchos anónimos. Pero es que ellos lo han buscado, ahí están los Eriguren y Elorza, los que han ganado. Doy por hecho que la banca siempre gana. Y para completar el panorama, el partido comunista, repito, comunista, vuelvo a repetir, comunista, con todas las letras, a ver si alguno se entera de una vez, de las tierras vascas. Su logo da miedo, estalinismo puro y duro. Nuestro amado líder cósmico se ha emperrado en dejar que se presenten. Él sabrá, me parece muy bien, pero que sea claro y sincero, que lo admita. Y para completar el panorama, los llamazares de turno. Estos están a lo que están, a ver si se van a quedar fuera. Sus quejas me resultan hasta graciosas, además de cínicas, aunque no estoy descubriendo nada nuevo.

¿Sobre el resultado? Yo suelo ser optimista por naturaleza, y no lo voy a dejar de ser ahora. Pero reconozco que no es fácil. Confiemos...

Y doña Maria Antonia sigue y sigue, y Caldera, pasando el muerto. Si es que me voy cuando esto se pone interesante...